jueves, 1 de octubre de 2009

Tangos milongas y tangueros

Un fuelle rezongón deja volar por el aire ese tango que lleva el mismo nombre del tipo que esta apoyado en el buzón, y no sabemos si el apuntala al buzón o el buzón a el, se llama JULITO, esta en la esquina del boliche donde otro pobre desgraciado tiene un vaso de vino en la mano y un pucho a medio fumar en la boca rumiando su tristeza, de la mina que se le fue y que era dulce y sensible como un NARANJO EN FLOR.
Pero esto que te cuento pasaba en la década del 40 cuando los patios se llenaban de jazmines, de colgajos de glicinas y de MADRESELVA ( de ahi el nombre del tango madreselva ) en flor, donde los pibes jugaban a la pelota y los abuelos chamuyaban en su dialecto dejando el gusto por su patria querida, los tanos, los gallegos, los turcos que vivían en un conventillo de la Boca
Y te miro Buenos Aires y me digo AY SI TE VIERA GARAY linda con tus más de 400 años, llena de misterio y porque no de mufa para los porteños porque no tienen el peso de ayer para mañana, porque la suela del zapato esta gastada y la punta rota de tanto patear adoquines en las noches de invierno.
Y es por eso que escuchar un tango trae recuerdos.

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